Tercera i última part de l’article publicat al diari La Mañana el 01/11/1993
Querido
Tuai-Rumah, no me gustaría extenderme en la descripción del viaje que usted
seguramente conoce tan bien, así que eludiré hablar de manera más detallada de
los escarabajos voladores que a primera hora de la mañana, al chocar contra la
lona de nuestra improvisada tienda, nos caían encima de nuestra caras, de las
decenas de sanguijuelas que nos picaron
y que cada 200 metros debíamos parar para sacárnoslas de encima o de las ranas,
sapos y tortugas hervidas que comimos cuando se acabaron las provisiones que
llevábamos del poblado, situación que se produjo a partir del segundo día.
El Bein va per feina! Foto: JRZaballos |
Por
suerte la situación mejoró considerablemente cuando Nyambong cazó una especie
de venado salvaje que también comimos hervido por motivos de seguridad
sanitaria según nos advirtió nuestro guía. Por el mismo motivo el agua que
bebíamos siempre estaba caliente ya que era hervida previamente. Estos fueron
algunos de los pequeños inconvenientes con los que nos encontramos y que ya
forman parte de las anécdotas del viaje. Lo que
sí me gustaría contarle de manera más detallada, es lo fantásticos que fueron
con nosotros Jeffrey, Anthony, Nyambong y el gran y bueno de Bein.
El Jordi picat per una sangonera Foto: JR Zaballos |
No sólo
fueron fantásticos por llevar nuestra mochilas, además de las suyas, cuando
nosotros estábamos extenuados de la caminata o por subirse a los árboles a
recoger un poco de fruta que aliviara un poco una sed que nos devoró durante
los cinco días del trekking, ni por preparar la cena y nuestras improvisadas
tiendas cuando nosotros estábamos agotados y no podíamos mover ni un dedo. No, no fue sólo por todo esto que fueron
fantásticos con nosotros, para mí lo fueron por tratarnos de tú a tú durante
todo trekking. Al hecho de tratarnos de igual a igual, a unas personas que sin
su ayuda no hubiéramos durado ni un día en la selva.
Preparant el sopar de granotes i gripaus bullits Foto: JRZaballos |
En un
mundo en el que quien no sabe cazar,
abrirse camino por la selva y orientarse, conocer las distintas plantas y
frutos que pueden ser comestibles y útiles, no puede sobrevivir mucho tiempo,
las profesiones de los tres catalanes que les acompañábamos eran absolutamente
inútiles: publicista, economista y profesor de alemán. Gracias
al inglés que hablaba Jeffrey pudimos entender mejor su mundo y nosotros les
intentamos explicar el nuestro.
Preparant l'aigua i l'arròs Foto: JR Zaballos |
La cantidad de horas que pasamos juntos al lado
de la hoguera que hacíamos cada vez que acampábamos, nos permitió explicarnos
los sueños – una costumbre de los Iban -, cantar canciones, emborracharnos un
poco con el licor de arroz y hablar de mujeres, dioses de la selva y espíritus.
Memorable fue la noche en la que les enseñamos a cantar el himno del Barça. Les
gustó tanto el estribillo que se pasaron media noche gritando Barça, Barça, Barça en medio de la
selva.
El Felipe, el Jordi i el Bein preparats per cantar Foto: JR Zaballos |
Respondimos
a sus curiosas preguntas: ¿por qué os crece pelo en la cara?, ¿cómo se puede
escoger tener pelo de distinto color y de distinto tipo en la cabeza?, ¿por qué
en vuestro país es de día y aquí es de noche?... Ellos nos hicieron ver que la
vida se puede ver de distintos ángulos y que a veces estos están muy alejados.
Comprobábamos que todo aquello que en nuestro mundo parecía imprescindible y
lógico, aquí para ellos era superficial e incomprensible. Uno se da cuenta de
que en el fondo lo esencial de la vida es algo bastante más básico y humano que
todo lo que nuestro mundo occidental nos induce a haber de aceptar como
obligación.
Troços de gripau i arròs preparats per menjar Foto: JRZaballos |
Tener
para comer y beber, un sitio para dormir en condiciones mínimas, unos amigos
con los que poder hablar y divertirse y una familia que te espera cuando
vuelves. Estas eran sus grandes posesiones y su felicidad. Sus
esfuerzos por entendernos, enseñarnos los trucos y secretos de la selva, sus
ansias por hacernos más llevadera aquella dura experiencia, me enseñó a ser más
humilde y a saber valorar la vida desde otras perspectivas.
Anthony, Jeffrey, Jordi i jo 10/8/93 Foto: F. Lizondo |
Celebramos
una gran fiesta con el resto de la gente cuando volvimos. El ambiente fue mucho
más relajado y divertido. Bebimos, bailamos y jugamos como la primera vez, pero
está vez, les costó mucho más ganarnos. Algo habíamos aprendido.
El
viaje y la tristeza por la despedida quedan ya en el recuerdo. Yo volví triste,
más humilde, quizás un poco más sabio y mucho más crítico con el mundo que a
muchos kilómetros de distancia me tocaría volver a vivir dentro de pocos días.
Por
todo ello, muchas gracias querido Tuai-Rumah. Recordaré este viaje y a todos
vosotros, toda mi vida.
El Jeffrey amb les seves filles. Preparats per la festa de tornada. Foto: JRZaballos |
El Bein (sense boina!) amb la seva família Elegants per la festa de tornada Foto: JRZaballos |
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