Primera part de l’article publicat al diari La
Mañana
el 01/11/1993
Querido
Tuai-Rumah: (nombre que recibe el jefe de la tribu de los Iban)
Se
preguntará porqué subí con lágrimas en
los ojos a la canoa que después de dos horas de descenso por el río y de cuatro
por carretera, me devolvió a la llamada “civilización” que representaba el
hotel Holiday-Inn de Kuching. Con esta carta intentaré explicarle hasta que
punto una típica semana de vacaciones, se convirtió para mí en un recuerdo
inolvidable. La semana que conviví entre
los Iban de su tribu, me proporcionó una de les experiencias más intensas que
jamás me hubiera podido imaginar.
Remuntant el riu Skrang (Borneo) Foto: JRZaballos |
La
experiencia, sin embargo, fue fruto de la casualidad, Se trataba de pernoctar
en la “Longhouse” (Casa Comunal) de una de las tribus de los Iban que se
encuentra a lo largo del río Skrang, y
dedicarnos cada día a una actividad distinta según nuestros deseos; ir a
pescar, practicar con la cerbatana, bañarse, visitar otra tribu, pasear por la selva… Así que
Felipe, Jordi i yo, apasionados viajeros pero nada versados en trekkings, nos
presentamos en Kuching, después de un largo viaje que había comenzado en
Kuala-Lumpur. Allí, según lo previsto, nos vinieron a recoger y después de
siete horas de viaje, llegamos a una de las aldeas a orillas del río Skrang.
Interior de la Longhouse (Casa Comunal) Foto: JRZaballos |
La
tribu de los Iban está emparentada en su origen con la de los Dayaks de la zona
del Kalimantan (el territorio de Borneo que pertenece a Indonesia). Según
pudimos leer, como denominador común tenían la afición de cortar la cabeza de
sus enemigos y colgar las calaveras en la entrada de la Casa Comunal en señal
de fuerza y poder arrancados al enemigo. Afortunadamente,
los últimos visitantes en probar tan agradable costumbre fueron los soldados
japoneses de la II Guerra Mundial. Aún así podrá entender, querido Tuai-Rumah,
porqué estábamos tan apocados, cuando usted bajo a recibirnos a la orilla junto
a otros miembros de su tribu.
Dansa de caça Iban i ganyotes davant la càmara Foto: JRZaballos |
Después
de renunciar a aposentarnos y a dormir
en su habitación que usted tan amablemente nos cedía, fuimos conducidos a la
habitación de huéspedes. Delante mismo de nuestra habitación, para darnos
fuerza, poder y sabiduría, teníamos una bonita calavera con el parietal
agujereado. Siguiendo el programa previsto, pasamos a cenar en su estancia
junto a nuestro guía, una pareja de daneses y
bajo la atenta mirada de su mujer y su hija, solícitas en todo momento a
servir los diferentes platos y bebidas. Allí empezamos a darnos cuenta de lo
que para ustedes era comodidad y normalidad, para nosotros era incomodidad y
sorpresa. Ir descalzos por encima de las cañas de bambú, ya que no está
permitido llevar calzado dentro de la Casa Comunal, comer sentados sin poder
estirar las piernas pues se considera de mala educación, comer con los dedos,
fueron un pequeño aperitivo de lo que nos esperaría después. Una de las
actividades clásicas en la visita a una Casa Comuna, es la fiesta de bienvenida.
Así pues, pudimos disfrutar, junto al resto de la gente del poblado, de una
serie de danzas de caza y de guerra, interpretadas por jóvenes de la tribu.
J. Baulenas divertint als Iban Foto: JRZaballos |
Lo que
usted, junto a los demás presentes en el espectáculo, encuentran más divertido
es cuando nos invitan a nosotros a bailar sus danzas. Con machete, escudo y casco
de plumas en la cabeza, uno evoluciona como Dios le da a entender por la improvisada pista de baile.
Gracias a la cantidad ingente de licor de arroz que se empeñaron en ir
sirviéndonos a lo largo de la noche, mis danzas resultaron más fluidas de lo
que cabía esperar. Así que después de hacer reír a mandíbula batiente a usted y
a los demás presentes, me relajé para poder disfrutar del suplicio danzante que
esperaba a mis amigos.
Els artistes de la vetllada Foto: JR Zaballos |
Acabadas
las danzas y cuando creíamos que ya podíamos retirarnos a dormir, llegaron los
juegos y los ejercicios de habilidad y fuerza. Bajo los efectos de la nueva
bebida, el vino de arroz, ya que habíamos acabado con el licor de arroz ,
intentamos tener una actuación digna, ante la abrumadora superioridad de los
nativos.
Todos
contentos y satisfechos nos fuimos a dormir. Al día siguiente según nos había
informado el representante de la agencia de Kuching, saldríamos con tres
porteadores y un guía de la tribu para hacer un trekking de cinco días por la
selva…
Practicant amb la cerbatana Foto: J. Baulenas |
Hora del bany al riu Skrang Foto: JR Zaballos |
Article a La Mañana (01/11/1993) J. Baulenas, Tuai-Rumah i JR Zaballos |
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